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viernes, 18 de marzo de 2022
La propiedad conmutativa
jueves, 17 de marzo de 2022
Cruzar la raya -
Ganador de la Microbiblioteca - Febrero 2022
La raya blanca apareció de la noche a la mañana y dividió la ciudad en dos. El alcalde dijo que aquello era una señal y que no debíamos cruzarla. ¿Y quiénes éramos nosotros para contradecirle?
A un lado quedó la farmacia, la carnicería y el parque. Al otro, la plaza, la panadería y el hospital. A la izquierda, la escuela, el gimnasio y la taberna. A la derecha, la iglesia, la piscina y el cementerio.
Al principio nos lamentamos: que sin hospital cómo íbamos a vivir, que sin cementerio cómo íbamos a morir, que sin plaza dónde celebraríamos la fiesta, que sin cura quién nos iba a casar… Pero con el tiempo llegamos a acostumbrarnos. Los que se quedaron sin escuela enseñaban a los niños en casa y se automedicaban en la farmacia. Los de mi lado aprendimos a vivir sin carne y nos consolamos pensando que, al menos, teníamos pan.
Así vivimos muchos años hasta que un iluminado nos llamó imbéciles: “¿No veis que es solo una línea de tiza y que si queréis, la podéis barrer o cruzar?”
Esa misma noche cientos de hombres y mujeres de ambos lados nos colocamos a lo largo de la raya, enterramos al iluminado y construimos el muro que ahora atraviesa la ciudad.
Elena Bethencourt