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viernes, 18 de marzo de 2022

La propiedad conmutativa

 

Ganador 10 años de ENTC

En mi familia, el orden de los factores no cambia ni altera el producto. Estudié con las monjas como mi madre. Por las tardes limpiaba, planchaba y bordaba mi ajuar, en ese orden, mientras mi hermano jugaba al balón. A los dieciséis papá le mandó al burdel, a los dieciocho a la universidad.

A mí me insistieron en la pureza, factor determinante que no se podía alterar. Me casaron con Simón, un abogado prometedor. Me fue infiel con una clienta, con una prima lejana y con su secretaria. En ese orden.

Mis padres siempre han dicho que aguante, que al menos me mantiene. Mi única esperanza de cambio es un hijo, pero Simón nunca está. Últimamente, he optado por conmutar y me acuesto con Ramón, Demetrio y Luis, o con Luis, Demetrio y Ramón. El orden de los factores no importa, porque sea cual sea el producto, le llamaré Simón.

Elena Bethencourt

jueves, 17 de marzo de 2022

Cruzar la raya -

 Ganador de la Microbiblioteca - Febrero 2022

La raya blanca apareció de la noche a la mañana y dividió la ciudad en dos. El alcalde dijo que aquello era una señal y que no debíamos cruzarla.  ¿Y quiénes éramos nosotros para contradecirle?

A un lado quedó la farmacia, la carnicería y el parque. Al otro, la plaza, la panadería y el hospital. A la izquierda, la escuela, el gimnasio y la taberna. A la derecha, la iglesia, la piscina y el cementerio.

Al principio nos lamentamos: que sin hospital cómo íbamos a vivir, que sin cementerio cómo íbamos a morir, que sin plaza dónde celebraríamos la fiesta, que sin cura quién nos iba a casar… Pero con el tiempo llegamos a acostumbrarnos. Los que se quedaron sin escuela enseñaban a los niños en casa y se automedicaban en la farmacia. Los de mi lado aprendimos a vivir sin carne y nos consolamos pensando que, al menos, teníamos pan.

Así vivimos muchos años hasta que un iluminado nos llamó imbéciles: “¿No veis que es solo una línea de tiza y que si queréis, la podéis barrer o cruzar?”

Esa misma noche cientos de hombres y mujeres de ambos lados nos colocamos a lo largo de la raya, enterramos al iluminado y construimos el muro que ahora atraviesa la ciudad.

Elena Bethencourt