Estas humedades que me están matando no dejan de crecer. Gota a gota han inundado el suelo y suben por las paredes.
A veces, de repente sales de tu cuarto y chapoteas por los charcos del salón como si fueras feliz. Yo me alegro de que sonrías otra vez. Quiero abrazarte, pero vuelve ese brillo a tus ojos y crece el nivel del agua.
Me ahogo sin remedio en esta casa navegable, esperando que más pronto que tarde, dejes de llorar por él.
Elena Bethencourt
Digno merecedor del premio final. Tiene un toque de realismo mágico que me encanta. Enhorabuena.
ResponderEliminar